El pasado viernes recibimos en nuestra diócesis, a dos hermanos nuestros, Gladys Rodríguez y Alejandro Abrante, que hace un mes partieron hacia el Chad para realizar una experiencia misionera, llevando el tesoro más grande que un cristiano puede llevar: a Jesucristo. 

Después de un mes, regresan a nuestra tierra marcados por una experiencia única, la de haber sido sus "discípulos y misioneros" allí donde Él ha querido enviarlos. 
El Delegado de Misiones, Juan Manuel Yanes Marrero, junto a un grupo de amigos, entre ellos, jóvenes de Savia Nueva, los esperaban con los brazos abiertos. Junto a ellos, toda la diócesis les dice...

¡Bienvenidos! 

No olvides...

Hoy Jesús nos sigue preguntando: ¿Quieres ser mi discípulo? ¿Quieres ser testigo del Evangelio? También tú, querido joven, puedes testigo entusiasta de su Evangelio para llevar un poco de luz a este mundo nuestro.Con María, queremos ser discípulos y misioneros… queremos decir "sí" a Dios. ¡Él nos espera y cuenta con nosotros!