Con la intervención del cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación
para la Evangelización de los Pueblos, comenzaba ayer en Roma la Asamblea
General de las Obras Misionales Pontificias. El responsable de la Iglesia
misionera se dirigió a los directores nacional de las OMP para poner de relieve
la universalidad del Reino, reflejada en ellos, llegados desde todos los puntos
cardinales. “Por eso, tanto la Congregación para la Evangelización de los
Pueblos, como las Obras Misionales Pontificias, OMP, son el instrumento
privilegiado de la universalidad de la Iglesia, que supera los límites
geográficos”.
El
Prefecto del dicasterio misionero señaló que “las OMP son necesarias para
despertar en los fieles y en las diócesis la reflexión sobre la misión, para que
no se replieguen sobre sí mismas y estén en misión permanente, expresión de la
verdadera realidad de la Iglesia como instrumento de la salvación”.
“Al
ser las Obras Misionales el instrumento privilegiado para que la Iglesia
universal, las Conferencias Episcopales y las Iglesias locales realicen su
actividad misionera, tienen un único objetivo: compartir personas y recursos en
un clima de solidaridad”. El cardenal añadió que gracias a las OMP se evita “la
tentación de las Iglesias locales de atender estas necesidades por sí mismas,
dedicándose en exclusiva a las Iglesias locales más próximas por razones
lingüísticas y sociológicas. Si se cede a esta tentación muchas iglesias
quedarían excluidas. No se puede perder esta dimensión universal. A veces
algunos obispos desean resolver los problemas por sí mismos o a través de la
firma de compromisos particulares con una iglesia de misión en particular. Para
estos compromisos se pueden organizar otras jornadas o colectas pero nunca
aprovechar para ello la Jornada del DOMUND”. El cardenal Filoni animó a que la
revisión de los Estatutos de las Obras Misionales, que ahora está en marcha,
contribuya a este fin.
Además
hizo referencia a la necesidad de vivir la espiritualidad de las Obras, que
implica caminar al paso de Dios, teniendo siempre presentes a los dos patronos
de las misiones, Teresa del Niño Jesús y Francisco Javier, y a los fundadores de
las cuatro Obras.
Ante
el próximo Jubileo de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco, debemos
“abrir el corazón a los que viven en las periferias existenciales, llevar una
palabra al que sufre, devolver la dignidad a aquel a quien se le ha
arrebatado”.
El
cardenal informó también que, con motivo del 50 aniversario del Decreto
conciliar Ad Gentes, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos está
preparando un congreso para noviembre. Es una oportunidad para tomar conciencia
de los cambios que han tenido lugar estos 50 años. Un ejemplo es el número de
sacerdotes en África. En la actualidad solo hay 3.500 sacerdotes misioneros
venidos de fuera y más de 30.000 sacerdotes locales. Hoy “se está dando el paso
del primer anuncio a la acción pastoral, que conlleva una pregunta dirigida a
las Iglesia jóvenes: “¿que pueden y deben hacer en la Evangelización del
mundo?”.
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