Obras Misionales Pontificias
(OMP) relanza su revista infantil, buque insignia de Infancia Misionera. Con
nueva directora al frente, Gesto pretende llegar a los más pequeños -40
años después de su creación- en plena era digital. El objetivo es informar y
entretener a los niños, y ayudarles a salir de su pequeño mundo para abrirles
una ventana a otra forma de estar en él: la vida misionera. Con el mismo
espíritu de siempre, la revista ha cambiado su diseño y ha incluido nuevas
secciones.
Muchos de los niños que en los ochenta y
noventa leyeron la revista Gesto hoy son misioneros: Victoria Braquehais
(RD Congo), Ester Palma (Corea del sur), Antonio Fernandez (Zambia), etc. Todos
ellos recuerdan la ilusión de recibir aquella revista y cómo leyendo sus
páginas cargadas de historias misioneras se despertó en ellos el deseo de amar
a los demás, que más adelante se concretaría en una entrega de su vida a la
Misión.
Conscientes de la importancia de los
"pequeños misioneros"-como les llamaba San Juan Pablo II-, las
OMP editan desde hace 40 años la revista Gesto. Una publicación
que nació en 1977 de la mano del obispo D. José María Larrauri-entonces
director de las OMP- quien reunió a un grupo de profesionales de la literatura
y la comunicación para crear una revista que llevara el espíritu misionero a
todos los niños de España. Así, de la mano de Montserrat Sarto y
posteriormente de Montserrat Vilaseca, la revista se convirtió en toda una explosión
evangelizadora para los niños de entonces, y llegó a tirar hasta 400.000
ejemplares en su primer año de vida.
La revista ha acompañado a muchas
generaciones, y afronta ahora el gran reto de llegar a los niños de hoy, que
son y sienten como los de ayer, pero se enfrentan a unas circunstancias
familiares, sociales y culturales muy diferentes. "No es una tarea
fácil", explica Miryam García, directora de la revista. "Tenemos que
hacer que nuestro mensaje llegue a niños de 6 a 12 años, que hoy viven rodeados
de estímulos visuales y sensoriales, gracias -en gran medida- a los
dispositivos digitales. Pero si somos capaces de hablarles en sus mismos
códigos y de mostrarles la Belleza estaremos más cerca de asombrarles y de
seguir respondiendo a su curiosidad innata", afirma.
Para ello, la revista renueva su formato y
propone nuevas secciones: Los misionerísimos -que muestra los grandes
misioneros de la historia-, Menuda historia -un cómic sobre anécdotas de
las misiones-, La tribu -una pandilla infantil con la que los niños
aprenden a ser misioneros en la vida cotidiana, a través de juegos, test,
recomendaciones de libros, música y vídeos.-. "El sentimiento de
pertenencia es muy atractivo para la infancia", explica García. "Por
eso hemos creado esta tribu de los pequeños misioneros, que no es un club
cerrado sino una tribu que acoge a todo aquel que quiera vivir en ella,
aprender y disfrutar de sus costumbres".
OMP hace una apuesta decidida por el papel,
para fomentar la lectura y para poder estar en las manos de cada niño. Sin
embargo, ya está preparando contenidos digitales que amplíen los reportajes de
la revista y así complementen la edición impresa. "De las misiones nos
llegan cada día más vídeos, con los que se puede mostrar a los niños de una
forma muy directa cómo se vive en otros sitios del mundo", explica la
directora. "En esta era digital, no podemos renunciar a hablarles también
en este lenguaje porque es el que más utilizan".
OMP ha editado una tirada especial para
llegar a todos los colegios y parroquias de España, a través de las
delegaciones diocesanas de misiones. "Queremos llegar de nuevo a todos los
niños, y para eso necesitamos que los padres, profesores y catequistas nos
conozcan", concluye Miryam. La revista pretende ser una herramienta de la
Obra Pontificia de la Infancia Misionera -cuya Jornada se celebra en España el
28 de enero- para iniciar a los niños en el espíritu misionero.
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